La automotivación del vendedor inmobiliario

No se tome con ligereza lo que le voy a decir. La forma más sencilla, efectiva y rápida para motivarse es afirmar su “YO” diariamente. Y todos necesitamos motivación para cumplir con nuestras obligaciones. Algunos de mis alumnos, cuando llegamos a este tema, se toman el concepto de “Afirmaciones” un poco en broma.
Por supuesto, usted es libre de pensar lo que quiera. Las afirmaciones diarias funcionan. Yo las utilizo, si no diariamente, al menos 4 veces a la semana. Se han convertido en parte del monólogo que se me viene a la cabeza cuando conduzco, cuando espero en aeropuertos, cuando me siento cansado o aburrido... Yo las utilizo y sé que funcionan. Veamos por qué:
Las afirmaciones positivas son órdenes, decretos internos que permiten cambiar un pensamiento negativo en positivo y ayudan a cambiar el curso de nuestra vida. Y esto, tiene su lógica porque, muchos de los trastornos físicos o mentales, tienen su origen la actitud emocional. Por ejemplo, en lugar de decir, "no quiero comer en exceso, porque engordo" se deberá afirmar "estoy satisfecho con lo ingerido, es suficiente para mantener saludable mi organismo y cada día que pasa alcanzo mi peso ideal".
El secreto de las afirmaciones radica en ser constantes, por tanto, debe preparar afirmaciones para aquellas cosas que desee modificar, tenerlas a mano y sentir aquello que ha afirmado como ya logrado.
Repita sus afirmaciones mental o verbalmente cuantas veces lo crea necesario. Acepte los cambios que irá sintiendo diariamente y no claudique, ¡Siga intentando!. Recuerde que la mente se programa a través de la palabra, imaginación y la acción. Por tanto, visualice lo que deseas con fuerza, trabaje con fe por ello; y lo alcanzará. Como ayuda le sugiero el siguiente ejercicio. Recuerdo que en el curso en que me lo enseñaron estuvimos toda una tarde redactando afirmaciones diarias y simulando afirmaciones frente a un espejo. Para mi aquello fue algo incómodo, sorprendente y un poco pueril. ¡Qué equivocado estaba!.
Ejercicio del Espejo.
No se le pide que lo haga cada día, pero sí al menos 1 vez por semana y 2 ó 3 veces la primera semana. Si quiere hacerlo todos los días, ¡adelante! Dedique 5 minutos para mirarse frente al espejo, observando su cara y su cuerpo, (si puede hacerlo con un espejo donde se vea de cuerpo entero sería ideal), y pensando en lo que siente al hacerlo. La semana siguiente aumente 5 minutos el tiempo que se mira al espejo. Con 10 minutos tiene usted suficiente tiempo para hablar consigo mismo y obtener resultados.
Mírese bien y mírese sin miedo. Mantenga una conversación consigo mismo ante el espejo. No hace falta que hable en alto; es suficiente con que se oiga usted mismo. Dígase como se siente y por qué. No reprima sus sentimientos, ya sea de llanto, rabia, resentimiento, felicidad, risa, duda... Cualquier sentimiento negativo y positivo. Sea honesto y justo consigo mismo. Usted no será tan listo como usted cree; pero indudablemente, no es tan tonto como lo creen los demás. Dígase con convencimiento lo importante que es usted y lo que vale. Tenga una conversación seria consigo mismo y dígase unas cuantas afirmaciones positivas.
A veces, no es fácil hacer el ejercicio del espejo, pero debe esforzarse un poco y ser constante. No importa el momento del día en que le dedique usted 10 minutos a su espejo.
Ejemplo de afirmaciones que usted puede emplear o adaptar.
Le recomendamos que elija unas pocas por un tiempo y luego las cambie por otras. El número de afirmaciones que a elegir depende de usted. Eso, sí, no elija muchas.
"Estoy cambiando mi forma de pensar y de hablar y de actuar”.
“Hoy he aprendido que puedo ser feliz”.
“Hoy sé que ignorar la realidad no cambia la realidad”.
“Me acepto y me apruebo”.
Hablo conmigo mismo, tengo un monólogo interior.
“Soy libre para tomar mis propias decisiones y las tomo”.
“Está bien expresar todas mis emociones y las expreso con prudencia”.
“Por donde yo paso todas las puertas se abren”.
“Soy el producto de lo que pienso. Mi producto es bueno”.
“Yo soy un ser completo y seguro de mí mismo”.
“Lo importante no es lo que sucede, sino cómo lo percibo... y lo que hago con ello”.
“Se aceptar mis fallos, por eso aprendo de ellos y no repito errores”.
“Soy el adulto responsable que crea sus propias realidades”.
“Estoy siempre abierto al cambio y a las maravillosas oportunidades que trae”.
“Yo soy el creador permanente de mi realidad”.
“El precio es solo un símbolo del valor de todo”.
“Soy el factor decisivo para el cambio favorable de mi entorno”.
“Salgo de mi zona de confort”.
“Soy 100% responsable de la calidad de la vida que vivo. No puedo cambiar  las circunstancias, pero puedo cambiar yo”.
“He terminado de quejarme, de inventarme excusas y de culpar a  las circunstancias de las cosas que me pasan y no me gustan”.
“Vivo de acuerdo a mis valores y principios”.
“Soy un profesional de la venta. Vender es fantástico”.
“Cuando vendo un inmueble estoy ayudando a alguien a mejorar su calidad  de vida”.
“Yo no evito ni me quejo de los problemas que tengo; los resuelvo”.
“Yo controlo mi mente para pensar de forma positiva”.
“Siempre llevo a cabo todas primero las actividades incómodas y así me libero de muchas preocupaciones”.
“Siempre hay una solución”.

Práctica: Elige tus 3 de esta lista, y añade 2 personales.