El cliente inmobiliario

Dos son los tipos de clientes básicamente: los que quieren comprar con rentabilidad para invertir o los que buscan una casa como vivienda habitual.
De los que buscan vivienda habitual en zonas urbanas también hay dos tipos:
-Los clientes que deciden comprar por primera vez normalmente buscan una casa de entre 80 y 100 m2, luminosa, con dos dormitorios y en barrios bien comunicados y animados.
-Los clientes que buscan una nueva casa, quieren que tenga entre 120 y 200 m2, más de dos dormitorios, con garaje en el edificio y prefieren que precise reforma para adaptarla a sus gustos y necesidades.

El retrato robot de tu cliente inmobiliario

¿Quién es tu cliente inmobiliario ideal?
Podríamos definirlo como una representación semi ficticia de tu comprador ideal, con sus gustos, aficiones y personalidad propia.
¿Cómo se elabora el cliente inmobiliario ideal?
Lo primero, busca información demográfica sobre el tipo de comprador al que te quieres dirigir. Por ejemplo, si tu negocio tiene pensado lanzar un servicio específico para pequeños inversores, averigua todo lo que puedas sobre ellos: qué edad tienen, nivel de estudios, ingresos, localización exacta, intereses, hábitos de compra, aficiones, etc.
Para recopilar estos datos no siempre es necesario hacer encuestas y llamadas telefónicas. Existen estudios disponibles a través de la red elaborados por portales como Idealista.
Además, puedes recopilar datos de buscadores, como Google, que posee una herramienta (Google Trends) para detectar tendencias de búsqueda.
Las redes sociales  son otra de las herramientas más socorridas para conseguir este tipo de información. Si ya tienes una página de Facebook o presencia en otras redes sociales, presta mucha atención a quienes son y lo que dicen tus seguidores.
Entre estas redes sociales  te recomendamos especialmente Pinterest.

Con los datos convertidos en información procura crear un personaje completo, como lo harías si estuvieras escribiendo una novela: dale un nombre, una profesión, una vida, en definitiva. Así lo verás como una persona de carne y hueso y cuando diseñes acciones para llamar su atención te resultará más fácil.

No te limites a un único perfil de cliente ideal. Puedes tener tantos perfiles como productos, por la sencilla razón de que hay varios tipos de consumidores en el mercado.